#CIUDADANÍAREFLEXIONANDO
SE
ACABÓ LA CAMPAÑA, TODOS A REFLEXIONAR.
El de la foto es mi padre, el auténtico Benito
Zambrano, conocido en Lebrija por El
Gamba. Obviamente me llamo Benito por él. Y antes de hacer películas a mí
también me llamaban el Gamba o el Gambita.
Bueno, mis amigos me siguen llamando por el mote.
Viendo esta foto, definitivamente, yo quiero llegar
a viejo como él. Así, de esa manera, con esa pose. Tiene 85 años, y ahí está el tío. Sentado
debajo de un olivo, tranquilamente, tomándose un vaso vino. Yo creo que está
reflexionando sobre la crisis mundial y el cambio climático.
Si mi
madre me enseñó la cultura de la dignidad como persona, mi padre me enseñó la
cultura de la dignidad como trabajador. Nunca llegar
tarde a trabajar. Hacer bien la faena, tener un comportamiento correcto y
siempre respetar a los compañeros. Para mi padre, que nos llamaran la atención
en el trabajo, era la peor vergüenza que podía sentir.
A los seis añitos empezó a trabajar en el
campo cuidando pavos y gallinas, y del campo no salió hasta que se jubiló.
Nunca fue al colegio. Siempre trabajó para otros y nunca acumuló riquezas.
Trabajando honradamente nadie se hace rico, y menos trabajando para otro. Su
único patrimonio son sus hijos. Y no es amor de hermano, pero mis hermanos y
mis hermanas son los mejores del mundo.
Y ya que estamos en día de reflexión. Voy a compartir
algunas dudas para quien quiera calentarse la sesera.
¿Qué eso de la cultura del trabajo?
¿El trabajo realmente dignifica o es cuento
chino que nos meten desde chiquitit@s para que aceptemos sin quejas trabajar
una vida entera?
Y si trabajar dignifica tanto, ¿qué pasa
cuando alguien se queda sin trabajo? ¿Pierde su dignidad junto con el empleo?
Un trabajador sin trabajo, ¿qué es? ¿Un tonto
o un inútil porque no encuentra trabajo?
Y si cobra una prestación o ayuda, ¿qué es?,
¿un parásito, un estorbo, una carga para la sociedad o un@ que hay que mantener
por caridad?
Creo que estamos de acuerdo en que las
empresas no son ONG, ni sociedades caritativas, ¿verdad? Un empresario monta una
empresa con el objetivo de ganar dinero, no para crear puestos trabajos. Crea
trabajo porque lo necesita para producir, no porque sea un filántropo
benefactor ¿correcto? Entonces, ¿qué pasa cuando esos trabajadores ya no le son
rentables o productivos al empresario? Si comprar una maquina o llevarse la
empresa a otro país para obtener más beneficio es normal y lícito, ¿qué hacemos
con la mano de obra sobrante?
Antes de que estallara la crisis, todos estábamos
convencidos de que siendo un ciudadan@ honrado, un buen estudiante, un buen
profesional, un buen trabajador/a, incluso siendo un buen empresario/a, todos estaríamos
dentro del sistema y que el sistema nos iba a proteger. Pero el sistema entró en crisis —que no provocamos nosotros— y todo se
jodió. ¿Qué pasa con todos eso buenos ciudadanos honrados y trabajadores?
¿Quiénes han pagado los platos rotos?
¡Ojú, madre mía, qué de preguntas! Bueno, vamos
a dejarlo aquí, no os quiero calentar la olla el día donde hay que reflexionar
tanto, ¿verdad?
Besos y abrazos… iba a decir cálidos, pero
como hace falta que llueva, os envío besos y abrazos mojados de nuevas
ilusiones. Feliz día de votación.
Por cierto, ¿no os huele a cambio a República?